Para muchos de nosotros, la idea de construir una relación con
un bebé parece extraña. ¿Por qué necesitamos construir una relación? Él es un bebé,
seguramente la relación sucederá por sí sola. Pensamos que una relación con un bebé
no es algo en lo que tengas que trabajar o hacer consciente.
En realidad, tenemos que ser deliberados acerca de la construcción
de relaciones con cualquier niño, y en particular cuando se vinculan con el bebé.
Nuestras interacciones con nuestro hijo durante el primer año del bebé, a lo largo
de los primeros días, semanas y meses de su vida, forman la base de la capacidad posterior de nuestro hijo para establecer relaciones
con los demás.
Un término que se usa a menudo en la literatura sobre desarrollo
infantil cuando se refiere a la construcción de relaciones es apego infantil. Las investigaciones muestran
que los bebés que están apegados de forma segura a algunos adultos tienen más confianza
para explorar y aprender sobre sus mundos que aquellos que están menos apegados.
CÓMO CONSTRUIR UNA RELACIÓN DURANTE EL TIEMPO DE VINCULACIÓN DEL BEBÉ
Hay varios factores clave en la construcción de relaciones:
Generar confianza
Un destacado teórico infantil, Erik Erikson, habla de que la
tarea básica de los primeros años de vida es el desarrollo de la confianza o la
desconfianza. Los bebés que son atendidos rápidamente, que son alimentados, cambiados
y acurrucados cuando indican una necesidad, forman vínculos infantiles y aprenden
a confiar en quienes los cuidan. No existe tal cosa como "malcriar" a
un bebé: satisfacer sus necesidades genera confianza. Por el contrario, un niño
cuyas necesidades no se satisfacen de manera oportuna aprende a cuestionar y potencialmente
a desconfiar de los demás. Confiar en los demás podría convertirse en un problema
constante para este último niño.
Prestar atención
Los bebés florecen bajo nuestra atención. Buscan contacto visual, sonrisas,
abrazarnos y hablar con nosotros, y responden en consecuencia. El contacto recíproco,
o la comunicación de ida y vuelta y las sonrisas, es lo mejor. Nuestra atención
a un bebé es muy poderosa. Incluso si no estamos muy seguros de qué hacer, el contacto
visual y hablar con él, hacer una pausa y esperar su respuesta es exactamente lo
correcto. Por el contrario, los bebés a los que no se les presta atención eventualmente
miran hacia otro lado, se desconectan y dejan de esperar conexión.
Escuche los sentimientos de un bebé
Antes de comunicarse a través de palabras o señas, el llanto es el
principal medio de comunicación de un bebé. Escuche y responda a sus gritos. Descubre
las diferencias y lo que significan. No digas "Estás bien" cuando tu bebé
está llorando y obviamente no está bien. A veces, cuando está seguro de que lo alimentaron,
lo cambiaron y tomó una buena siesta, es posible que su bebé solo necesite llorar
por las pequeñas frustraciones de su día, especialmente antes de que pueda decirle
cuáles son (tal como lo necesitamos). Fortalezca el vínculo
con el bebé permaneciendo cerca, abrazándolo y hablándole de forma tranquilizadora.
Trate a su bebé con amabilidad
Incluso los niños más pequeños entienden y aceptan un trato amable.
Un niño que es tratado con amabilidad es más probable que trate con amabilidad a
los demás. Mire, sostenga y háblele a su bebé con cariño y deje que su tono de voz
transmita cariño y amor.
Proporcione un toque cariñoso
Una forma clave de construir una relación positiva con su hijo es a
través del contacto cariñoso y el afecto físico. Sostener al bebé cerca de ti es
bueno para tu hijo y también para ti. Todos necesitamos el contacto cercano y afectuoso
de otro ser humano.
Maximiza los momentos "ordinarios"
Hay muchos momentos en los que cuidar a un bebé puede parecer
"normal". Alimentar, cambiar, mecer y bañar adquieren una similitud que
puede parecer repetitiva. Por el contrario, vea estos pequeños momentos como tiempo
de vinculación del bebé. Maximizar estos momentos de cuidado significa que se convierten
en momentos de conexión especial entre usted y su hijo. Di rimas infantiles mientras
le cambias el pañal a tu hijo. Canta durante el baño o juega mientras lo secas con
sus toallas
con gorro. Hable en voz baja sobre cuánto lo ama mientras lo amamanta. Estos
momentos "ordinarios" pasan demasiado pronto y son tan importantes para
ti como para él.
Prestar atención, escuchar los sentimientos de su hijo, tratar a su bebé con amabilidad y brindarle un toque afectuoso son claves para construir una relación con su bebé. Los momentos ordinarios son cualquier cosa menos ordinarios, cuando la cara de tu bebé se ilumina cuando te ve o sonríe ante tu sonrisa. En formas grandes y pequeñas, todas estas interacciones construyen una conexión entre usted y su hijo que durará toda la vida.
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