Liposucción

En este post hacemos un informe completo sobre que es la liposucción
Índice:

¿Qué es la liposucción?


La liposucción es una operación quirúrgica con la que se eliminan los depósitos de grasa indeseables para mejorar la apariencia general y pulir los contornos corporales. Para ello se aspira la grasa acumulada y localizada mediante la introducción de unas finas cánulas conectadas a una máquina de vacío. Para introducir estas cánulas, se realizan unas incisiones mínimas que dejan unas cicatrices casi imperceptibles, de tres o cuatro milímetros, que van desapareciendo en unos meses.
La liposucción no es un tratamiento contra la obesidad, ya que sólo es útil en bolsas de grasa localizadas en algunas regiones concretas del cuerpo. Normalmente esta técnica se utiliza para tratar las caderas y muslos de las mujeres y el abdomen, la cintura y la papada en los hombres.
La operación se suele realizar con anestesia local y suele durar entre una y dos horas, tras las cuales se recomienda que el paciente se mantenga hospitalizado durante unas 24 horas. Debe llevarse a cabo siempre en un quirófano y en un centro acreditado. Tras la operación se coloca una prenda compresiva que ayudará a la piel a adaptarse a su nuevo contorno corporal. Esta prenda deberá llevarse durante unas cuatro semanas.
Después de la operación son normales ciertos efectos secundarios como los hematomas o la inflamación de la zona operada. Estos efectos suelen ir desapareciendo en las siguientes semanas y pueden desaparecer más rápidamente con masajes de drenaje linfático.
La perdida de volumen y la remodelación de la piel se va produciendo de manera progresiva, por lo que los resultados serán más visibles a medida que vayan pasando los meses.
La liposucción ofrece unos resultados permanentes en la eliminación del exceso de células grasas localizadas siempre que el paciente siga una dieta equilibrada y practique ejercicio físico de manera regular.
Existen varios tipos de liposucción:
  • Tumescente: Es la más común y consiste en inyectar una solución medicada, mezcla de anestésico, vasoconstrictor y solución salina, en las áreas a tratar antes de extraer la grasa. Se puede llegar a inyectar el triple de líquido que la grasa que se va a extraer.
  • Superhúmeda: Parecida a la tumescente pero inyectando sólo la misma cantidad de liquido que la grasa que se va a extraer.
  • Asistida por ultrasonido: Se usan vibraciones ultrasónicas para licuar las células grasas, de manera que luego es más fácil aspirarlas. Esta técnica ayuda a eliminar grasa de áreas densas y fibrosas. Suele usarse en combinación con la técnica tumescente.
En ocasiones se utiliza la liposucción como técnica complementaria para otros tratamientos de cirugía estética como la abdominoplastia.

Candidatos a la liposucción

La liposucción suele usarse por razones estéticas, ya que consigue la eliminación de los pliegues de grasa en la cintura o las acumulaciones en otras zonas como las caderas. También puede usarse para mejorar la función sexual, al eliminar los depósitos de grasa anormales localizados en la cara interna de los muslos de las mujeres. Otro uso puede ser el moldeamiento del cuerpo en los casos en los que los depósitos de grasa no pueden eliminarse con dieta o ejercicio.
Los candidatos ideales para someterse a una liposucción son las personas con un peso relativamente normal pero que tienen depósitos de grasa localizada en zonas concretas que son resistentes a la dieta o el ejercicio. Para que los resultados sean óptimos se recomienda que el paciente tenga una piel firme y elástica.
No se recomienda la liposucción en los siguientes casos:
  • Como cura de la obesidad: La liposucción no es un sustituto de la dieta y el ejercicio, ya que sólo es eficaz para la eliminación de grasa localizada en zonas concretas.
  • Como tratamiento de la celulitis: La celulitis es una concentración de grasa más superficial y por ello no es susceptible de mejoría con la liposucción. Su apariencia puede mejorar con la liposucción pero no desaparecerá.
  • No se recomienda en algunas zonas del cuerpo como los laterales del pecho, ya que son sitios con probabilidad de cáncer. En estos casos se recomienda la mamoplastia de reducción.
El tratamiento de liposucción está totalmente contraindicado en los siguientes casos:
  • Grandes obesidades.
  • Escasa elasticidad de la piel, estrías o flacidez, ya que el resultado no sería satisfactorio desde el punto de vista estético.
  • Personas con enfermedades del corazón, hígado, riñón, problemas de coagulación, hipertensión….
  • Personas que esperen resultados milagrosos sin entender los verdaderos resultados que pueden obtenerse con esta técnica.
  • Riesgos de la liposucción

    Cuando termine la operación, notaremos el área más grande e hinchada. Por ello, durante dos o tres semanas, deberemos llevar una venda que reduzca la hinchazón y el sangrado y ayude a la piel a adaptarse al nuevo contorno. Durante el primer mes es normal experimentar hinchazón, hematomas, entumecimiento y dolor.
    Para controlar estos efectos secundarios el médico puede prescribirnos analgésicos para el dolor y antibióticos para prevenir la infección. También es conveniente que caminemos en cuanto nos sea posible para evitar la formación de coágulos, aunque deberemos evitar el ejercicio físico fuerte durante al menos un mes.
    Aparte de estos efectos secundarios, que son normales, la liposucción tiene riesgos más graves. Debemos ser conscientes de que esta técnica, a pesar de ser muy popular y extendida, es una operación quirúrgica y, por ello, conlleva unos riesgos. Podemos minimizarlos poniéndonos en las manos de un profesional experimentado que estudie nuestro caso meticulosamente.
    Entre los riesgos más importantes de la liposucción podemos citar la trombosis venosa y la embolia pulmonar, el edema pulmonar y el infarto cardiaco. En el área intervenida pueden aparecer deformidades, disminución de la sensibilidad en la piel, hematomas extensas que pueden dejar manchas, serosas (acumulación de líquido) o infecciones, que pueden ir desde las más leves hasta las que causan una necrosis (muerte) de los tejidos.
    La incidencia de mortalidad en las operaciones de liposucción es muy superior a la existente en otras operaciones normales, aunque sigue siendo tan sólo de uno de cada 5000 casos.
    Para reducir los riesgos podemos tomar las siguientes precauciones:
    • Asegurarnos de que la clínica en la que vamos a operarnos está autorizada por el Ministerio de Sanidad.
    • Preguntar quién es el profesional que va a operarnos y cuál es su experiencia profesional.
    • Exigir un presupuesto en el que se detalle el precio de la operación y qué servicios se incluyen en ese coste.
    • Asegurarnos de que el médico nos haga un exhaustivo examen preoperatorio y que vigile nuestro caso si hemos sufrido problemas cardiacos o pulmonares, hipertensión, diabetes o reacciones alérgicas a medicamentos o anestésicos.
    • Evitar la liposucción si padecemos problemas cardiacos o pulmonares, si se tiene mala circulación en la zona a tratar o si hemos padecido alguna cirugía reciente en esa zona. .


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